Entrevista a D. Enrique Córdoba, sacerdote y misionero
Iglesia en Almodóvar del Campo2013-11-24T19:11:00+00:001.- Enrique: haznos una pequeña historia de tu vida.
Saludo a todos los lectores de esta pequeña y rica revista de la parroquia de Almodóvar: también os felicito por la hospitalidad dad a esos miles de peregrinos para beber en las fuentes espirituales de san Juan de Ávila; que vuestro paisano os ayude a crecer en la fe, capaz de colorear la vida en Dios.
Algunos ya me debéis conocer por mi servicio en el hospital de Puertollano en mis diez años de párroco en Argamasilla. Bueno, pues nací en Valenzuela de Ctva; me crié en Almagro; estudié en el Seminario nuestro hasta 2º de teología y, sintiendo la moción de Dios a la vida misionera, me integré en los misioneros de la Consolata.
En estos últimos años me he encontrado con varias personas que han pasado de la increencia a la fe. Son gente que no creían en Dios, pero por unas circunstancias imprevistas se han encontrado envueltas por una presencia misteriosa que se ha adueñado de su vida.
Para saber la edad de una persona no acudas a su DNI; comprueba, más bien, la cantidad de vida que alberga en su corazón.
I.- Siervo de Dios, humilde y obediente,
La fe en Dios se va abriendo paso en el futuro. Se cierra una puerta y se abre otra. Parece que Dios juega al escondite con el hombre y la mujer de hoy.
Seguramente, más de uno ha experimentado alguna vez la amarga sensación de ser tratado de un modo injusto, o envuelto en pleitos, que no ha buscado. por alguien empeñado en llevarse el gato al agua por alguna causa y perder no sólo el pleito sino también una porción de credibilidad.
1.- La vida, camino para la muerte
Aunque todos los días recibamos cartas desde el cielo (revisen el buzón por si acaso) ésta que hoy quiero compartir con ustedes es muy especial… Quiere ser un sencillo y entrañable recuerdo a mi padre y un enorme gracias a Dios por todo lo vivido a su lado…. Les invito a que la hagan suya recordando a algún ser querido que hayan perdido o, mejor dicho, ganado y que, desde el reino, les sigue protegiendo…