La fuerza del corazón
José María Escudero2014-03-19T20:18:00+00:00
Amigas, amigos, hoy nos hemos reunido aquí para gritar, para gritar fuerte, para superar el número de decibelios permitidos… No obstante lo vamos a hacer con otro tipo de grito: el que surge del corazón y de los labios de Dios… ¿Preparados? ¡Adelante!
En un mundo donde almacenamos rencores en el corazón y piedras en el bolsillo, para lanzarlas a aquellos que consideramos mala gente, recordamos las palabras de Jesús…
Si me planteo buscar algo que realmente valga la pena, me tendré que inclinar por lo que, a mi juicio, sea más beneficioso. Sería absurdo consagrar todos los esfuerzos en alcanzar algo que no me llene totalmente.
Partiendo de este titular, es difícil plantearse una defensa de la ALEGRÍA en un momento como el que nos hayamos; de insatisfacciones vitales, crisis económicas, pérdidas de empleo y "depresiones", como enfermedad social predominante.
Siguiendo a nuestro Patrono y paisano S. Juan Bautista de la Concepción, reflexionamos sobre algunos pensamientos suyos, que vienen bien para este año de la fe, que estamos celebrando en toda la Iglesia.
Puedo preguntarme con qué fin me ha creado Dios; qué espera de mí; cuál es su plan relacionado conmigo.
Amiga/o, el arte de ser feliz… Complicado, ¿verdad?
La Resurrección de Cristo es para nosotros una fuerza liberadora. Sentir en lo hondo del alma la presencia de Cristo es un regalo que nos enriquece espiritualmente y amplia el horizonte de nuestra mente.