¡Feliz Año 2015!

2015-01-31T20:18:00+00:00

¡Feliz Año 2015!¡Feliz año! Es la frase más repetida, el deseo más pronunciado al principio del año…

Sin embargo, ¿sabemos lo que deseamos cuando decimos a unos y a otros "Feliz año nuevo"?

¿Qué tipo de felicidad queremos y deseamos para nosotros y para nuestra gente? "Que nos toque la lotería, que nos asciendan en el trabajo, que acabe el curso con matrícula de honor, que todo el mundo nos admire, que aplaudan cada una de nuestras acciones…"

Este año, amiga, amigo, te deseo otra felicidad: la felicidad auténtica, la de Jesús, la del Reino.

¡Feliz Año 2015!2015-01-31T20:18:00+00:00

Quiero ser, quiero tener

2015-01-31T20:12:00+00:00

Quiero ser, quiero tenerEs fácil caer en la inercia del ego, eso que habita en nosotros y que nos incita a creer que somos importantes, únicos, válidos; y sin ser esto un mal en sí mismo pues existencialmente somos únicos, irrepetibles y en esencia cada vida es importante, lo convertimos en algo delirante desde el momento que lo movemos como un engranaje que se mueve por impulsos caprichosos alimentado por la continua insatisfacción.

Cada año que comienza, pareciera que todo lo vivido el año anterior no fuera satisfactorio, o al menos incompleto, y es curiosa esta sensación pues lejos de recapitular en las cosas buenas y crear en nuestro haber satisfacciones lo que hacemos es crearnos más necesidades a base de estímulos a menudo demasiado idealizados o incluso algo alejados de nuestro alcance.

Quiero ser, quiero tener2015-01-31T20:12:00+00:00

Niños ídolo

2014-03-19T20:13:00+00:00

Niños ídoloCuando Jesús dijo aquello tan hermoso: "dejad que los niños se acerquen a mí"; yo siempre me he imaginado que lo que pretendía Jesús era empaparse de la espontaneidad e inocencia de los niños, de la limpieza de unas almas trasparentes en las que podía encontrar sentimientos más puros de los que podían atenazar a los adultos. Y supongo también que le gustaba escucharles, oír cuanto podían decirle de su visión de las cosas, de lo que pensaban e incluso de lo que desconocían porque de alguna manera, hasta del propio desconocimiento, bien puede decirse que surgen las mayores lecciones de la vida.

Quizá en aquellos días en los que Jesús quiso que los niños le hablaran, no se les escuchaba demasiado, se pensaba que eran solamente eso: niños; un error a medias si se piensa con cierta lógica pues, efectivamente, eran niños en su sentido más puro y sencillo pero qué dudaba cabe que valía la pena escucharles.

Niños ídolo2014-03-19T20:13:00+00:00
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