Un año con San Juan de Ávila. La Carta 56

2013-05-16T19:12:00+00:00

Un año con San Juan de Ávila. La Carta 56Nos encontramos con unas mujeres devotas -que se confiesan con San Juan de Ávila-que no entienden cómo Dios permite ciertos acontecimientos, enfermedades y trabajos.

No saben cómo obrar con las personas que gozan con el mal de los demás y todo lo critican.

San Juan de Avila les contesta con una carta extensa...

Un año con San Juan de Ávila. La Carta 562013-05-16T19:12:00+00:00

La luz

2013-05-16T19:11:00+00:00

La luzSabemos valorar la luz cuando salimos de la oscuridad, mientras contamos con ella, nos parece algo tan natural que no nos damos cuenta de que existe.

Es posible que eso mismo nos pase con la fe. La recibimos como un regalo que nos hace el Espíritu Santo, de tal forma que forma parte de nuestra vida.

La fe es la luz espiritual que nos permite conocer a Dios si necesidad de verle o palparle. La fe es la seguridad de contar con el Amor de Dios, no porque lo merezcamos, sino porque ha querido hacernos ese regalo.

La luz2013-05-16T19:11:00+00:00

Cristo-Sol resucitado

2013-04-17T19:17:00+00:00

Cristo-Sol resucitado¡Oh Santa Resurrección! Toda la Iglesia celebra la victoria de Cristo resucitado. Y ojalá que no sólo los creyentes sino todos los hombres pudieran celebrarla, que todos los hombres pudieran ser creyentes.

Queremos que la noticia de la resurrección nos entre hasta por los sentidos.

Vimos a Jesús, nuestro Señor y nuestro Siervo, dolorido y llagado. En la Resurrección percibimos un delicado perfume que nos alerta de la presencia del Ungido, vaso precioso que contiene todos los aromas del Espíritu.

Vimos a Jesús, nuestro hermano y nuestro amigo, muerto y sepultado. Resucitado lo vemos florecer, belleza inigualable, primavera perenne, vida que se renueva y nos renueva.

Cristo-Sol resucitado2013-04-17T19:17:00+00:00

Alegría: Resurección

2013-04-17T19:14:00+00:00

Alegría: ResurecciónPor fin, fue la alegría,
la paz indefinible,
vencida para siempre la tristeza,
que queda en el sepulcro,
con vendas y sudarios,
y los guardias dormidos neciamente.
    
La dichosa alegría,
la risa que seduce
que penetra en las almas hasta el fondo,
olvidando las dudas,
las penas, los temores,
las lágrimas, los gritos de la muerte.

Alegría: Resurección2013-04-17T19:14:00+00:00

Juan de Ávila: palabras de amor

2013-02-15T19:16:00+00:00

Juan de Ávila: palabras de amorAlguien entre rendijas murmura una oración.
Acaricia el crepúsculo  plumaje de palomas
frente al color escarlata de la tarde.
Sobre mi cabeza hay un trémulo concierto
de jilgueros en el templo dorado de la tierra.  
Revela el atardecer del día sombras viajeras
sobre hazas, caminos y ciudades.
Apenas, la luna,  es espuma de nata
sobre el azul del cielo, cuando por Almodóvar  
parece oírse a Juan de Ávila asegurar
“las almas se ganan de rodillas”;
fe de amor que movió su montaña
por encima de siglos y de gentes.

Juan de Ávila: palabras de amor2013-02-15T19:16:00+00:00

Oración de S. Francisco de Asís

2013-01-14T19:19:00+00:00

Oración de S. Francisco de Asís

Señor, haz de mí un instrumento de tu paz :
donde haya odio, ponga yo amor,
donde haya ofensa, ponga yo perdón,
donde haya discordia, ponga yo unión,
donde haya error, ponga yo verdad,
donde haya duda, ponga yo la fe,
donde haya desesperación, ponga yo esperanza,
donde haya tinieblas, ponga yo luz,
donde haya tristeza, ponga yo alegría.

Oración de S. Francisco de Asís2013-01-14T19:19:00+00:00

Carta de María, dirigida a todos sus hijos

2012-12-04T19:22:00+00:00

Carta de María, dirigida a todos sus hijosOs estáis preparando, hijos míos, para celebrar, un año más, aquel acontecimiento dichoso que iluminó la noche del mundo — ¡feliz alumbramiento!— y cambió definitivamente la historia. Fue el nacimiento del "Sol", cuando las noches empiezan a ser más cortas; y desde entonces los días no han hecho más que crecer.

Simbiosis misteriosa

Carta de María, dirigida a todos sus hijos2012-12-04T19:22:00+00:00

«Hay luces que alumbran sólo un día, otras son capaces de iluminar la historia.»

2012-10-10T19:18:00+00:00

Tengo el gusto de dirigirme por primera vez a vosotros desde esta ventana de "Iglesia en Almodóvar" para presentarme como párroco a vuestro servicio. Me llamo Juan Carlos y nací en Puertollano hace treinta y ocho años junto a la Virgen de Gracia. Fui ordenado sacerdote en el Jubileo del año 2000; desde entonces he estado al servicio de las parroquias de Campo de Criptana y Argamasilla de Alba durante dos periodos de seis años. Y ahora, mientras Almodóvar y la diócesis se preparan para acoger y difundir el significado del título de Doctor con que será distinguido San Juan de Ávila, el Sr. Obispo me ha encargado la misión de ponerme al frente de este acontecimiento eclesial, para que se convierta en una nueva línea de acción pastoral en nuestra parroquia y en el conjunto de la diócesis.

«Hay luces que alumbran sólo un día, otras son capaces de iluminar la historia.»2012-10-10T19:18:00+00:00

Imita a la Virgen, que creció de luz en luz

2012-07-14T19:20:00+00:00

Imita a la Virgen, que creció de luz en luzImita a la Virgen, que creció de luz en luz; y tras la del alba, tras tus buenos principios, crece en lumbre de luna, para que tu vida pasada, que fue ejemplo de oscuridad y causa que otros pecasen, sea ya lumbre para traer al servicio de Dios a los que están en tinieblas y consideran cómo tú también lo estuviste y ahora estás fuera de ellas.

Si comienzas a servir a Dios, comienza de verdad, comienza con denuedo, comienza perfectamente. Mira cómo no hay hombre en los negocios del mundo que, si puede tener mucho, tenga poco, y si puede emplear su dinero donde le gane ciento, no se contenta con cincuenta.

Imita a la Virgen, que creció de luz en luz2012-07-14T19:20:00+00:00

El «Aliento» que da la vida

2012-04-09T20:22:00+00:00

El La muerte y pasión de Jesús acabó en Pascua gloriosa de Resurrección. Si Cristo no hubiera resucitado, "una inmensa miseria se apoderaría de los hombres", afirmaba S. Agustín.

El Aliento, el Soplo de Dios dio la vida al primer hombre.( Gen. 2,7)

El aliento de Dios, el Espíritu Santo fue quien dio vida al cadáver de Jesús.

A las primeras mujeres "des-alentadas" que fueron al sepulcro, el Aliento divino las convierte en testigos valientes de la resurrección.

El «Aliento» que da la vida2012-04-09T20:22:00+00:00
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