Eucaristía, pan partido para la vida del mundo
Tomás Lozano Rivas2010-05-29T03:25:00+00:00
La fiesta del Corpus, que celebramos el domingo 6 de Junio va unida al día de la Caridad.
Jesús había dicho: “Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo voy a dar es mi carne. La doy para que el mundo tenga vida” (Jn. 6,51)
Y, luego, en la última cena con sus discípulos transforma el pan en su misma presencia y les da poder de hacer lo mismo en cada eucaristía.
El milagro que la Naturaleza obra en el mes de Mayo, convirtiéndolo a través del agua y el sol, en un mes florido y hermoso; así obra en nosotros el Espíritu Santo si nos llenamos de Él y guardamos las enseñanzas de Jesús.
Está próximo el final de curso.
Día del Cuerpo de Cristo entregado por todos nosotros, alimento, espiritual que sacia nuestra más profunda hambre y que nos une en un mismo cuerpo
Sangre de Cristo, embriágame.
Todavía recuerdo las palabras de Ricardo Urioste, vicario general de Monseñor Romero, en una conferencia que nos dio en San Salvador. Un hombre que repetía anécdotas y conversaciones que había tenido con el Arzobispo. Tenía muchos amigos y muchos enemigos.
En una de esas conversaciones fugaces que algunas veces alcanzamos a oír cuando pasamos al lado de alguien, tuve ocasión de escuchar algo que si bien no era de mi incumbencia, llamó mi atención.
Hablan y hablan las voces discordantes de los que nos dirigen en este país- como en tantos otros del planeta- prometiendo lo que no será cumplido.
Hay un pasaje en el Evangelio de San Marcos y de San Lucas que describen cómo Jesús se encuentra en el templo con sus discípulos. Allí ven cómo los fariseos y los jefes de los sacerdotes depositan cantidades muy importantes de dinero en el arca destinada a recoger limosnas para el templo.
Queridos lectores de “