Soy Ana Rodríguez Puebla de sexto de Primaria del colegio Maestro Juan de Ávila en Almodóvar del Campo.
Empezaré contando lo que más me ha gustado de esta excursión.
Lo mejor ha sido que he conocido a dos nuevos amigos que han sido muy amables con todos los niños almodoveños y también me ha encantado la experiencia única de haber estado hablando con las monjas de allí… ¡Fue genial!
Estamos celebrando el Año de la Vida Consagrada. Un tiempo para reconocer el don de tantos religiosos y religiosas extendidos por los cinco continentes. Hombres y mujeres que han dedicado su vida a Dios y a la humanidad.
Desde los primeros siglos del cristianismo hasta nuestros días el Espíritu ha suscitado en la Iglesia hombres y mujeres que han cultivado la vida interior y han dedicado lo mejor de su tiempo para orar.
Una de las páginas más bellas de la Iglesia Española la han escrito nuestros misioneros.
Si hoy la Iglesia en América habla español, en su inmensa mayoría, se debe a que nuestros misioneros en el siglo XVI se _ lanzaron a la gran aventura que fue la evangelización de América.
No ha habido en la historia de la Iglesia una tarea más gigantesca que la que realizaron los españoles en el continente iberoamericano.
Dios nos ha hecho dos grandes regalos: la fe y la libertad.
Sólo desde la libertad puedo seguir a Dios.
Conviene tener claro cuál es la libertad autentica. Yo dirá que es "hacer lo que tengo que hacer". "Hacer lo que me apetezca hacer" no será libertad, sino esclavitud del capricho.
Se puede decir que hay dos conceptos de libertad: El primero vendría definido por: "Mi libertad termina donde empieza la libertad del otro". El segundo podría ser: "La verdad os hará libres".
Querido patrono y paisano:
Yo sé que con todo esto de San Juan de Ávila, te hemos apartado un poco; pero no, al contrario, a ti también se te ha recordado, porque eres su primo; también eres otro Santo de Almodóvar del Campo y eres igual de importante para los almodoveños, incluso, aunque no te hayan nombrado Doctor de la Iglesia universal.
Además sé que has hecho milagros, como el de salvar a los pollitos del pozo.
Estoy casi segura de que en un futuro próximo, algún Papa, que se interese por los pasos sobre tu vida y los descubra, te nombrará Doctor de la Iglesia universal, porque desde tu nacimiento, el día 10 de Julio de 1561, hasta tu muerte el 14 de Febrero de 1614, hiciste grandes cosas.
Jesús, en el Evangelio, me da un mensaje muy claro, debo pedir al Padre todo lo que necesite con la seguridad de ser escuchado: “Pedid y se os dará…”; luego, añade que el Padre se preocupa de dar de comer a los pájaros y viste a las flores del campo; y añade que, con mucha mayor razón, me atenderá a mí.
Yo acudo, entonces, al Padre y le elevo mi petición y encuentro como respuesta el silencio. Insisto y, de nuevo, no hay contestación por parte del Padre.