La fuerza del corazón
José María Escudero2014-03-19T20:18:00+00:00
Amigas, amigos, hoy nos hemos reunido aquí para gritar, para gritar fuerte, para superar el número de decibelios permitidos… No obstante lo vamos a hacer con otro tipo de grito: el que surge del corazón y de los labios de Dios… ¿Preparados? ¡Adelante!
En un mundo donde almacenamos rencores en el corazón y piedras en el bolsillo, para lanzarlas a aquellos que consideramos mala gente, recordamos las palabras de Jesús…
- El Niño recién nacido es fruto del amor de Dios a cada una de las personas y nos trae bienes: nos trae fuego vivo de su amor para que, metido en la hondura de nuestra alma, nuestra vida no sea tibia, floja, desanimada…., sino fuego ardiente.
Tengo una gran preocupación: tener una buena imagen de Dios.
Deseo referirme a la que considero auténtica alegría; la alegría que inunda el corazón de paz, que hace brillar los ojos, que llega al que la comparte y la recibe como una brisa fresca y suave; me refiero a la alegría que huye de la estridencia, a la que se contagia.
"Reina mía, ¿por qué ponéis a vuestro Hijo en el pesebre? Ya sé por qué lo hizo El. Deseo saber por qué lo hiciste vos…En los brazos de su Madre más resplandece y más hermosea a su Madre que el cielo ni la tierra ni que las estrellas.
Amiga/o, el arte de ser feliz… Complicado, ¿verdad?