No había sitio para que él naciera
José María Escudero2010-12-28T03:39:00+00:001. Si Jesús hubiese nacido deportista de élite hubiese probado de primera mano y sin el menor síntoma de dolor, las mieles del triunfo, de la fama y del dinero.
Y sus hinchas le hubieran seguido fielmente allá donde fuese, aclamándole y demostrándole en todo momento su más acérrimo apoyo.
2. Pero no, Jesús no tenía sitio. Fue “condenado a chupar banquillo” junto a los reservas, junto a los que no contaban ni para el mister ni para la afición.