Para qué sirve un Año Jubilar
Lucio del Burgo2013-06-13T19:14:00+00:00Es difícil hincar el diente a un clásico: el lenguaje, las palabras que usa, la cultura, las ideas, las experiencias... distan mucho de nuestros esquemas. Se necesita un tiempo para familiarizarse con su realidad.
Cuando uno atraviesa esa dura corteza, se encuentra con la sabiduría de un clásico. Entonces uno puedo leerlo una y otra vez. Siempre te dice algo nuevo. Sucede como la música clásica, siempre nueva y siempre vieja.
Al entrar en los escritos de Juan de Ávila, en definitiva son las verdaderas reliquias, uno se encuentra con su alma, con el centro de su vida, con la motivación más profunda: la persona de Jesús.
Las páginas más bellas del Maestro Ávila, son las que dedica a Dios, a Cristo. Son interesantes los nombres que da al Hijo de Dios. Su predicación está transida de esta experiencia.
Esta es una de las lecciones que he aprendido: la Iglesia no debería cansarse de anunciar el nombre de Jesús.