San Juan de Ávila a un devoto suyo
Tomás Lozano Rivas2008-05-23T08:20:00+00:00De cuan gran ceguedad es por los bienes temporales perder los eternos
La paz de nuestro Señor Jesucristo sea siempre con vuestra merced.
Una carta recibí los días pasados hecha en Sevilla ; y aunque con ella holgué mucho, más me holgara en hallarme allá, para gozar, señor, de vuestra conversación, que tantos días había deseado…
Mucho, señor, querría que el humo de estas cosas perecederas no cegase nuestros corazones para impedirnos la vista de las eternas.