La alegría
Germán García Ferreras2015-04-30T19:12:00+00:00No quería Santa Teresa de Jesús, santos tristes, ni monjas melancólicas. No admitía cristianos pesimistas que todo lo ven mal y difícilmente admiten el optimismo del prójimo.
Quería que los cristianos comenzásemos a caminar por el camino de la santidad con espíritu alegre. Pedía a sus monjas que alimentasen en su espíritu las ansias de imitar a los santos y no rehusasen el martirio, si se presentaba la ocasión de dar testimonio de la fe cristiana.