VIA CRUCIS

2015-04-30T19:22:00+00:00

con textos de San Juan de Ávila Catedral de Jaén

1. INTRODUCCIÓN

VIA CRUCISMiremos a Cristo puesto en la cruz, y hemos de verle atormentada su carne, y deshonrado del mundo, y vencedor del demonio. ¿Quién miró a Cristo que fuese engañado? Ninguno, por cierto. Pues no apartemos nuestros ojos de Él si no queremos volvernos ciegos. No le parezca que le tenemos en tan poco, que aun muriendo por nosotros, no le queremos mirar. Por eso murió, porque nosotros nos esforzásemos mirándolo a Él, para morir a nuestros pecados.

Muera, pues, ya en nosotros nuestro viejo hombre, pues murió por nosotros en cruz nuestro nuevo Hombre, que es Cristo… (Carta 64, 21-45).

VIA CRUCIS2015-04-30T19:22:00+00:00

Las abejas

2014-05-23T10:14:00+00:00

Las abejasSanta Teresa admiraba la conversión pública de San Pablo, la Magdalena y San Agustín.

Así escribe: "Era yo muy devota de la gloriosa Magdalena y muy muchas veces pensaba en su conversión, en especial cuando comulgaba, que como sabía estaba allí cierto el Señor dentro de mí, poníame a sus pies…como ella, asociándola a mi petición de perdón".

Las abejas2014-05-23T10:14:00+00:00

El tatuaje de los resucitados

2014-04-16T13:18:00+00:00

El tatuaje de los resucitadosEstad siempre alegres en el Señor, os los repito, estad siempre alegres

(Filp. 4,4)

Cuentan los evangelios que hace más de dos mil años, cuando estaban reunidos los discípulos con las puertas cerradas por miedo a correr la misma suerte que su Maestro, éste se les presentó, y tras el saludo de rigor ("Paz a vosotros"), mostró al incrédulo de Tomás las señales dejadas en sus manos y costado por los clavos…

El tatuaje de los resucitados2014-04-16T13:18:00+00:00

La Caridad

2014-02-21T16:21:00+00:00

La Caridad San Juan Bautista de la ConcepciónSan Juan Bautista de la Concepción

Jesucristo reconocerá a sus elegidos en lo que hayan hecho por los pobres (ver Mat. 25, 31-36)

 

Antes de exponer algunos puntos sobre el pensamiento de nuestro S. Juan Bautista de la Concepción acerca de la caridad, recordemos uno de los muchos textos, sobre esta materia, que hay en la Biblia:

La Caridad2014-02-21T16:21:00+00:00

Danos, Señor, un corazón nuevo

2010-02-27T04:05:00+00:00

Danos, Señor, un corazón nuevoLa Cuaresma es un tiempo alegre, aunque se nos pidan  esfuerzos y renuncias. También se le pide al atleta, y sin embargo se entusiasma  pensando en poder participar; y al artista que crea, y nada le llena tanto como el lograr la realización de su obra,  y al profesional que lleva a cabo responsablemente su servicio, y goza en poder servir…

La Cuaresma no es privación, sino enriquecimiento; no es negatividad, sino  creatividad.  Lo que se pretende es crecer un poco, rejuvenecerse espiritualmente, embellecer nuestro ser, estar más contentos con nosotros mismos y más agradables ante Dios. A esto llamamos “conversión”.

La conversión  exige una terapia liberadora, como el que se pone a régimen para perder los kilos que le sobran o quien se opera para quitarse el quiste o la verruga que le afea.  

Danos, Señor, un corazón nuevo2010-02-27T04:05:00+00:00

Señor, instrúyeme en tus sendas (Salmo 24)

2009-12-05T09:08:00+00:00

Señor Jesús, instrúyeme  en tus sendasNuestras sendas no son las tuyas.
Conocemos la senda de los violentos,
llevan a la sumisión y la muerte,
y tú eres libertad, eres vida.

Conocemos la senda de los codiciosos,
llevan a la esclavitud y miseria,
y tú eres gratuidad y comunión.
Señor Jesús, instrúyeme  en tus sendas.

Conocemos la senda de los lujuriosos,
llevan a la degradación y el vacío,
y tú eres dicha y plenitud.
Señor Jesús, instrúyeme en tus sendas.

Señor, instrúyeme en tus sendas (Salmo 24)2009-12-05T09:08:00+00:00

Señor, haz de mí una parábola

2009-10-31T17:16:00+00:00

Señor, haz de mí una parábolaSal del mundo: que me convierta en gourmet del reino,
añadiendo a la vida de cada día el único ingrediente
que conserva en su totalidad todas sus propiedades: Dios. (Mt 5, 13)

Luz de las gentes: que nadie pase por mi vida sin contemplar
el enorme voltaje de paz, amistad y amor
que Tú has encendido en mí. (Mt 5, 14-16)

Cimiento sólido: que las inclemencias y las adversidades de cada día
no permitan echar abajo la gran obra
que Tú estás construyendo en mi vida. (Mt 7, 24-27)

Señor, haz de mí una parábola2009-10-31T17:16:00+00:00
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