Un muchacho llamado «Nunca podré»
Pilar Martínez Fernández2008-12-07T02:06:00+00:00En realidad, no sé el nombre del muchacho de esta anécdota. No se lo pregunté. Decidí llamarle “nunca podré” después de tenerlo de compañero de viaje en el autobús.
Se subió en la misma parada que yo. Buscó un asiento y se sentó.
Estirándose cuán largo era, y no lo era demasiado, ladeó su cabeza hacía atrás y se quedó profundamente dormido.