La cuesta de enero
Iglesia en Almodóvar del Campo2009-02-15T02:03:00+00:00 “y la de Febrero y la de Marzo y la de Abril y… la de todo el año”
Señor, no sé cómo decírtelo, mas tengo que hacerlo…Si alguna de mis palabras te ofenden no las tengas en cuenta,
tú sabes de mi puñado de debilidades.
Oh, Señor, si alguien, ahora mismo, metiera mi mano
en mi corazón la sacaría chorreando amargura.
El mejor amigo que tuve en mi infancia era un niño rubio y fuerte, de ojos claros, buena persona aunque un poco brutote, muy cariñoso y temeroso y amigo de Dios.
Hace unos días, volví a leer El Principito. Lo he leído tres veces a lo largo de mi vida, aunque no recuerdo bien a qué edad lo leí por primera vez. Sí recuerdo no obstante que no llegué a comprenderlo plenamente. Me pareció un cuento bonito sin más. Fue después cuándo, en las dos ocasiones posteriores que lo leí, consiguió darme un sentido más aleccionador, incluso diferente y más amplio cada vez.
Es Navidad. Dios se hizo hombre y habita entre nosotros. Todos los días ya pueden ser Navidad.