Página joven
Hace unos días en nuestro grupo de confirmación, comentamos una interesante carta que Jesús nos escribía a los jóvenes, sus amigos. En ella nos decía que lo más importante para él no son las cosas sino las personas.
Nos pedía que le prestáramos nuestros pies, las manos, nuestro rostro para llegar a los que menos saben de él, y, sobre todo, nuestra SONRISA, para iluminar y hacer notar que nos crece algo muy importante en nuestro interior; y, como buen amigo, nos pedía que le contestáramos.
A continuación ofrecemos la contestación de una joven a esa bonita carta de Jesús: