Hago la primera Comunión el día quince de Junio.
Quiero hacer la comunión porque me he preparado en catequesis y soy amigo de Jesús y de la Virgen.
Este día es muy importante porque voy a tomar el Cuerpo del Señor.
Estaré con mi familia, con mis primos y con muchos niños; estaré muy nervioso.
Concluido el tiempo pascual, nos hemos acercado a la celebración de la festividad del Corpus Christi; una fiesta que pone la Eucaristía como el centro de la existencia cristiana.
Celebrar el Corpus es confesar a Dios Trinidad y declarar que Cristo está vivo y resucitado con un modo de presencia real, verdadera y cercana a nosotros.
Por las manos de los sacerdotes, en cada Eucaristía el Padre Dios envía el Espíritu sobre el pan y el vino para que asimilen y contengan la presencia de su Hijo vivo. Así, contemplar la sagrada forma es ver al mismo Cristo resucitado.
S. Juan de Ávila tiene como centro de su espiritualidad y predicación el amor a la Eucaristía La gran fiesta de S. Juan de Ávila era el día del Corpus; en ella hacia unos bellos sermones y predicaba aunque se encontrara enfermo.
Celebraba la Eucaristía sin prisas y, a veces, con lágrimas.
En su sello personal está la Eucaristía.
Estamos en el mes de Mayo y, además de celebrar el Mes dedicado a la Virgen María, vamos a celebrar nuestra primera Comunión.
Queremos dar gracias a nuestra mamá y papá habernos llevado a la Iglesia para ser bautizados, cuando éramos niños; y así empezamos nuestra vida cristiana.
Después, hemos asistido a la Catequesis durante dos años.
También queremos dar las gracias a nuestras catequistas por prepararnos para recibir a Jesús en la eucaristía.
Por primera vez tomaremos el Cuerpo de Cristo resucitado y le daremos gracias por nuestra familia, por tantas cosas buenas que tenemos.
Corpus Christi en Almodóvar del Campo
Es una de las grandes fiestas del año cristiano, que además tiene un hondo calado en el pueblo fiel. El título del artículo, “Una fiesta para los cinco sentidos”, intenta expresar la profundidad de su significado. El Corpus es una fiesta que se puede gustar, es decir, el Pan del Cielo es alimento que nos conforta y nos nutre. También es una fiesta que se puede escuchar, todos los textos litúrgicos, la música…, es la fiesta del Pange Lingua o del Cantemos al Amor de los amores.
El día 10 de Junio celebra la Iglesia la Fiesta del Corpus Cristi y el Día de la Caridad. Recordamos en esta fiesta una experiencia fascinante, la experiencia del Amor de Cristo: un amor sin límites, de una vida entregada hasta el límite, por amor.
Jesús, "la noche antes de morir", "sabiendo que había llegado su hora", quiso hacernos comprender, hasta donde fuera posible, los sentimientos que vivía en esa hora.
Escogió un signo: el pan y el vino, algo que nos entrara por los ojos. Estando sentado a la mesa tomó un pan, lo partió y lo dio a comer a sus discípulos, diciéndoles que era su mismo cuerpo, el que estaba a punto de entregarse por amor hacia los discípulos y a toda la humanidad.
Dios Creador quiere que todos sus hijos participen de la fiesta y el amor en el banquete de la creación.
Pero hay una gran parte de la Humanidad que no tiene posibilidades de sentarse a esa mesa y tienen que alimentarse de las "migajas" que caen de la mesa de los poderosos.
¿Por qué hay tantos millones de hambrientos?
La pregunta interpela a los que celebramos el banquete de la Eucaristía. No podemos alimentarnos del cuerpo de Cristo y dejar morir a los que son parte del cuerpo místico de Cristo.
Nos hemos preparado durante dos cursos para este gran día.
Hemos recibido el Cuerpo de Cristo; nos hemos acercado más a Él y a su Madre la Virgen; sabemos rezar y sabemos que Jesús está en nuestro corazón y en el de todos los niños del mundo.
Nuestra mamá y nuestro papá nos han ayudado mucho:
Pan de ángeles, maná generoso
que se multiplica en tus dedos,
es pan de mil sabores exquisitos,
es un pan que sabe a cielo.
Es el pan y la palabra,
pan de justicia y de derechos,
pan de solidaridad y empatía
que se comparte por entero.
El día 5 de junio voy a celebrar mi 
era Comunión porque por primera vez voy a recibir el Cuerpo de Cristo, será muy emocionante para mí, además estaré acompañado de otros niños y niñas.
Durante dos años todos los niños y niñas que vamos a hacer la Primera Comunión nos hemos preparado, hemos ido a catequesis a la casa del Santo, las catequistas y curas organizan todo muy bien y con mucha paciencia nos han enseñado a rezar y nos han contado algunas parábolas.