Rimsky-Korsakov
Miguel Ángel Solís Romero2015-04-30T19:14:00+00:00
Nikolái Andréievich Rimsky-Korsakov nació el 18 de marzo de 1844 en Tijvin, al este de S. Petersburgo. Hijo de una familia aristocrática con antecedentes militares, fue uno de los compositores del grupo de los Cinco, de la escuela nacionalista rusa y un gran maestro de la orquestación.
Su madre tocaba un poco el piano y su padre también tocaba el piano de oído. Cuando tenía seis años, Rimsky empezó a tocar el piano con varios profesores locales, pero aunque tenía muchas cualidades, mostraba poco interés.
La memoria de Teresa se ha hecho presente a través de los siglos por sus escritos.
Charles Francois Gounod nace en París el 17 de junio de 1818 en París y fue considerado el músico francés más importante del siglo XIX.
Richard nació el 11 de junio de 1864 en Munich. Su madre le enseñó a tocar el piano cuando tenía 4 años; a los 6 años empezó a componer (compuso durante ochenta años) y a los 7, su tío empezó a enseñarle violín.
El Papa Francisco ha hecho una exhortación muy interesante para la cuaresma de este año. Ofrecemos el texto con esta introducción- resumen que le hacemos:
En los artículos siguientes voy a profundizar en una de las familias de compositores más importantes de la historia de la música: los Strauss, comenzando por el padre de estos genios musicales.
Al aproximarse las fechas de Navidad, algunos vamos pensando en los regalos; otros prefieren dejarlo para más adelante; sin embargo todos los medios de comunicación ya se encargan de recordárnoslo. La televisión, la prensa, internet…nos presentan 
Noviembre es un mes para mirar al cielo con los ojos del corazón iluminados por la luz de la fe. Es un mes para contemplar que la finalidad del ser humano es participar enteramente de la resurrección de Cristo. En segundo lugar, para hacer memoria de todos los que ya han llegado al cielo. Y, por último, para venerar a todos los que sabemos que son santos. Sin embargo, estas tres dimensiones contemplativas son para que no nos evadamos de la realidad cotidiana, sino para que nos comprometamos con ella en dirección adecuada. Y es que la persona que no sabe a dónde va se convierte en un náufrago de la existencia. Al contrario, quien conoce cuál es la meta de la vida, elige los principios que deben guiar sus criterios y elecciones con la fuerza de una esperanza indestructible.
Oveja perdida, ven